Seguridad del riego
Suministro de agua: Las bombas son el componente principal de los sistemas de riego por goteo. En este sentido, permiten suministrar agua con precisión a los campos de acuerdo con las necesidades hídricas de los cultivos en sus distintas fases de crecimiento. Por ejemplo, el proceso de cultivo de hortalizas comienza con los viveros de plántulas, que requieren una baja cantidad de agua en varias ocasiones. En este caso, las plántulas deben rociarse con agua en sus raíces mediante sistemas de control automatizados para evitar el desperdicio de agua. Estas buenas prácticas sin duda harían que el riego fuera más eficaz.
Mayor profundidad de riego: No es de sorprender que estas bombas centrífugas sean capaces de crear vacíos/presiones lo suficientemente altas como para extraer agua de una amplia variedad de fuentes, incluidos pozos, ríos y lagos, y hacerla llegar a campos secos, de gran altitud y llanos. Esto es particularmente un problema crítico en áreas propensas a la sequía, como África y partes de Asia e incluso regiones mediterráneas. Algunas de las tierras agrícolas no disfrutan del lujo de tener fuentes de agua una al lado de la otra, y la gravedad natural y la vista panorámica no son suficientes. Por lo tanto, más energía genera agua y cada pulgada de masa de tierra se puede canalizar para irrigar. Esto, a su vez, hace que las perspectivas de crecimiento de la agricultura sean mucho mayores de lo que se ha imaginado.
Reciclaje de recursos hídricos
Para hacer frente a los altos niveles de anegamiento que se dan en los arrozales de la región sur, se pueden utilizar bombas para el riego, en particular en suelos con mal drenaje. Esto garantizará que las regiones arroceras no se inunden durante la temporada de lluvias. Por ejemplo, los altos niveles de precipitaciones y aguas subterráneas que caracterizan una zona determinada requieren la instalación de bombas para facilitar el drenaje de la tierra. El agua drenada almacenada se puede utilizar entonces para el riego aprovechando las bombas que requieren un procesamiento mínimo. Como resultado, este proceso será bastante eficiente en el contexto de las prácticas agrícolas del futuro y, por lo tanto, se cumplirán los objetivos de la agricultura sostenible, donde la tarea es proporcionar una mayor eficiencia en la gestión de los recursos hídricos.
Modificación de la estabilidad de los ecosistemas agrícolas
Además, los sistemas de riego inteligentes desarrollados con bombas garantizan el equilibrio adecuado de humedad en el suelo. Con los niveles de humedad adecuados, los microorganismos del suelo tienen un entorno más favorable y estos organismos son cruciales en el proceso de descomposición de la materia orgánica, así como en la mejora de la estructura del suelo. Por ejemplo, ciertos microorganismos fijadores de nitrógeno prosperan cuando la humedad es adecuada y, a su vez, ayudan a proporcionar nutrición nitrogenada a las plantas, mejorando así el crecimiento, lo que contribuye a la inmensidad del ecosistema agrícola y, por lo tanto, a aumentar su estabilidad.